sábado, 22 de septiembre de 2012

El anticonceptivo perfecto no existe


Un estudio constata que el anillo y el parche causan más trombos que la píldora. Los expertos coinciden en que todos los métodos son seguros, pero el ideal todavía no ha llegado 

 Un estudio publicado recientemente en el British Medical Journal volvió a abrir el debate: los dispositivos anticonceptivos hormonales, como el parche y el anillo vaginal, causan más trombos que las píldoras. El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Copenhague, que siguió durante una década a 1,6 millones de mujeres de 15 a 49 años, concluye que las que usan anticonceptivos orales con el principio activo levonorgestrel tienen tres veces más riesgo de sufrir trombosis venosas que las que no usan métodos hormonales. Y este riesgo es hasta 7,9 y 6,5 veces superior en las mujeres que emplean parches transdérmicos o anillos vaginales. 

 La evidencia de que los métodos hormonales presentan algún riesgo más que los que no llevan hormonas y que, entre los hormonales, hay algunos que tienen más riesgos que otros está ya contrastada por decenas de estudios. La cuestión es, ¿son esos riesgos lo suficientemente altos como para cuestionarse el uso de estos métodos en mujeres sanas? Los expertos consultados creen que no, aunque con matices. 

 “Cuando todos tienen muy pocos riesgos, el que menos tiene no es casi de importancia. Entre el 0,01% de problemas y el 0,02%, la diferencia en términos totales es muy pequeña: 1 por 10.000 frente a 2 por 10.000. Es muy raro el problema, aunque uno tenga el doble de riesgo que el otro”, advierte Lorenzo Arribas, médico de familia en el centro de salud del barrio granadino de La Chana y miembro del grupo de la Mujer de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria. En su opinión, la anticoncepción hormonal “tiene muchas más ventajas que inconvenientes”. “Es mucho mayor el bien que le hace a la mujer que el daño potencial”. 

 En eso coinciden los médicos consultados. Ventura Serrano, de la Asociación Española de Ginecología y Obstetricia, recuerda que hace unos años vio a una mujer de 22 años con una trombosis causada por un método anticonceptivo hormonal. “Eso pasa”, admite. Pero los riesgos de emplear estos métodos son menores que los de no emplearlos. “El trauma psicológico de un aborto, de una interrupción voluntaria de embarazo, supera a los posibles efectos secundarios de los métodos hormonales”, apunta Serrano. 

 Cuando acuden a una consulta para que le aconsejen un anticonceptivo, a las mujeres les preocupan los efectos secundarios. Aunque, según los médicos consultados, lo que buscan, sobre todo, es eficacia. Otra de las prioridades suele ser que sea “cómodo”, apunta el Luis Enrique Sánchez Acero, médico experto en planificación familiar y presidente de la Federación de Planificación Familiar Estatal. Su experiencia es que en más de la mitad de los casos la mujer llega con una idea previa de lo que quiere. “Un 40% viene a que le asesoremos”, dice. Y el 70% de las pacientes acude sola a la consulta o acompañada por una amiga, sobre todo las más jóvenes. Apenas el 30% va con su pareja, afirma Sánchez Acero, que advierte de que para los casos en los que la pareja opta por el preservativo sería conveniente que acudiera el hombre para que se sienta corresponsable y explicarle su uso correcto. 

 Las mujeres siguen cargando con la mayor parte del peso en la elección y uso del método anticonceptivo, pero los últimos datos del teléfono de información sexual del Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ) indican que algo está cambiando. Por primera vez desde que se creó, en 1994, en el primer semestre de este año han llamado más hombres que mujeres. 50,1% frente a 49,9%. “Hace 10 años el porcentaje era 70% de llamadas de mujeres y 30% de hombres”, señala Raúl Perales, director del IAJ. “Es un dato positivo, demuestra que hay más corresponsabilidad”. 

 Los teléfonos de la Junta (901406969 y 955035052) han recibido en el primer semestre de este año 4.116 llamadas, un 30% más que el año pasado. Y hay un dato llamativo: el 25% de las consultas llegan desde fuera de Andalucía. Los recortes han terminado por llevarse por delante los teléfonos similares que había en algunas comunidades y ya solo Andalucía y Canarias cuentan con este servicio. “Los datos demuestran que es un servicio demandado”, sostiene Perales. 

 El teléfono de información sexual del IAJ recibe llamadas (y consultas por correo electrónico) de personas entre 12 y 60 años, aunque la mayoría tiene entre 19 y 30. Las preguntas sobre anticoncepción hormonal ocupan el segundo puesto de la tabla de las dudas más frecuentes, por detrás de las infecciones de transmisión sexual. Pero entre las mujeres, la anticoncepción hormonal es la primera causa de llamada (1.439 en el primer semestre). 

 Marisa Díaz, psicóloga clínica y sexóloga, es una de las tres personas que resuelven las dudas que llegan por teléfono o correo. Las dudas sobre anticoncepción son frecuentes y variadas, constata. “He olvidado tomar la píldora anticonceptiva, ¿qué debo hacer?”. “¿Qué diferencia hay entre olvidarla la primera semana, la segunda o la tercera?”. “Me quité el anillo vaginal para tener relaciones y olvidé ponérmelo”. Díaz empezó a trabajar en este servicio cuando se creó, hace 18 años, y asegura que la irrupción de Internet ha revolucionado la información sexual. “Internet tiene un papel muy importante en el tema de anticoncepción. Es básico para la información. Pero también para la desinformación, encuentras muchas informaciones contradictorias”. 

 Con todo, la sexóloga asegura que los jóvenes, y también los adultos, “están cada vez más informados” sobre el uso de métodos anticonceptivos. “La idea de que los jóvenes son alocados no se corresponde con la realidad. Se preocupan y se ocupan de usar un método anticonceptivo. Otra cosa es que surjan dudas”. El día que más llamadas recibe el teléfono es el lunes. Y el perfil más frecuente del usuario, el de un joven universitario entre 25 y 27 años. “Y no es que los universitarios tengan más dudas que los otros. Es que son conscientes de que tienen esas dudas”, advierte Díaz. “Para dudar hay que tener información”. 

 Estudios como el realizado por la Universidad de Copenhague siempre agitan al sector. Para unos, crean alarma con escaso fundamento; para otros, constatan lo que ya se intuía. Lorenzo Arribas es de esta opinión y defiende estos trabajos. “Son valiosos, han seguido a muchas mujeres muchos años. Y los resultados no son sorprendentes”, advierte. “Hace años que se sabe que los preparados hormonales combinados (los que llevan dos hormonas: píldoras, anillos o parches) pueden dar algún problema, el más relevante la trombosis venosa, en determinados casos”. 

 Partiendo de que todos los métodos son, “en general, seguros”, Arribas llama la atención sobre los que llevan gestágenos de segunda generación, los “más antiguos”, que han demostrado tener menos riesgos para la salud (causan menos trombosis venosas) que la combinación de hormonas que llevan las píldoras más modernas. Sin embargo, en España se han impuesto estas últimas. “Los métodos más usados en España no son siempre ni los más eficaces ni los más seguros para la salud”, asegura. En algunos países, como en Holanda, no ocurre así: “Cuando saltó la alarma de que los preparados nuevos podían dar más problemas se cambiaron en gran medida por los otros”, apunta el médico. 

 En España, los expertos coinciden en que la industria ha sabido situar los productos que le interesaba vender. “Es un mundo complejo en el que hay muchos intereses en juego”, señala Ventura Serrano. El doctor Arribas alude también a esos “intereses” de mercado que pueden inclinar la balanza a favor del uso de un método. “La campaña para la comercialización del anillo vaginal ha sido muy importante. Sabiendo esto se entenderá que haya críticas a los artículos que cuestionen algo de este método”, señala. 

 Como en todos los sectores, las empresas intentan impulsar los métodos que le reportan más beneficios. “¿Por qué no se habla del DIU, que es más eficaz? El DIU de cobre solo falla el 0,8% de las veces y el DIU de levonorgestrel el 0,2%”, advierte Arribas, firme partidario de los anticonceptivos reversibles de larga duración, como el DIU y el implante subcutáneo. En su opinión, son los métodos más eficaces, los que menos fallan y los más seguros para la salud de las mujeres. Además de los que ofrecen mejor relación “coste-efectividad”. “Con el DIU de cobre, por unos 40 euros hay anticoncepción por 10 años. El anillo vaginal, el parche y algunas píldoras suponen un gasto de 20 euros al mes”. 

 El doctor Sánchez Acero admite que la industria “tiene mucha capacidad de presión sobre los médicos”. “Pero los médicos tenemos también la información para saber que todos los métodos son seguros y utilizables. No tenemos que inclinarnos más hacia uno u otro. Desde la industria nos informan y nos visitan, pero debemos tener nuestro criterio”, sostiene. 

 Algunos médicos tienen una preferencia concreta a la hora de prescribir un método, mientras que otros dejan que la mujer elija, siempre y cuando el que prefiera no esté contraindicado en su caso. Aunque los riesgos sean bajos, los problemas derivados de los métodos con hormonas crecen cuando la mujer presenta alguna patología como diabetes, obesidad o es fumadora. En estos casos, conviene evitar estos anticonceptivos. Por eso lo primero que se suele hacer es valorar los antecedentes clínicos personales y familiares. Y lo segundo, mirar las circunstancias y las necesidades de la paciente: desde su edad y su forma de vida, al tipo de relación de pareja que mantiene. 

 Ezequiel Pérez Campos, miembro del Grupo Daphne y director de la Sociedad Española de Contracepción, cree que ningún método es “especialmente mejor o peor”. Si lo que se busca es eficacia, los estudios constatan que ganan los hormonales y los intrauterinos. Algo más abajo queda el preservativo que, por otra parte, tiene a su favor que es el único que previene de las enfermedades de transmisión sexual. En España es el elegido por el 35,6% de las parejas, según la última encuesta realizada por Bayer y el Grupo Daphne. Le sigue lejos la píldora, con el 16,3% de uso, un porcentaje bajo en comparación con otros países europeos. 

 Ventura Serrano está convencido de que “no existe el método ideal”. Hay mujeres que entran en su consulta y le dicen: “Hágame unos análisis y deme la píldora ideal”. Él siempre contesta lo mismo: “Olvídese”. “La que a una mujer le va bien, a otra no”. “Salen píldoras nuevas todos los días porque no hay una ideal. Todos los laboratorios pretenden coger ese mercado: encontrar un método que evite la ovulación y que tenga síntomas secundarios cero. Eso no existe”, insiste Serrano. “La están buscando, pero es posible que nunca exista porque todo es artificial”.

El caso Utermohlen

Autorretrato de 1965, antes del alzhéimer, y otro de 1999. / WILLIAM UTERMOHLEN


Los autorretratos que William Utermohlen pintó tras serle diagnosticado alzhéimer ayudan a comprender el desarrollo de esta dolencia 

 William Utermohlen nació el 4 de diciembre de 1933 en South Philadelphia (USA) en una familia de origen alemán. Estudió desde 1951 a 1957 en la Pennsylvania Academy of the Fine Arts, una de las academias de arte más prestigiosas de Estados Unidos, y más tarde en la Ruskin School of Drawing and Fine Art de Oxford, en Inglaterra. Desde muy joven mostró una clara tendencia por el arte. Le encantaba pintar, especialmente personas. Es en el Reino Unido donde desde 1957 desarrolla su obra pictórica. A lo largo de su carrera abordó diferentes temáticas y estilos, y realizó numerosas exposiciones de pintura a lo largo de Europa y Estados Unidos. 

 En 1995, con 61 años de edad, es remitido a la consulta del Grupo de Investigación en Demencias del Instituto de Neurología del University College de Londres para la evaluación de un posible deterioro cognitivo. Según la información ofrecida por su esposa, Patricia, los problemas de William se inician aproximadamente cuatro años antes, cuando comienza a presentar dificultades para abrocharse el cuello de la camisa. Su esposa describe además problemas en el manejo del dinero, problemas de memoria y pérdida de habilidades para la escritura. A William se le ve triste, deprimido y ausente, y no presta atención a lo que le rodea. En la evaluación que se le realiza se constata un deterioro moderado en múltiples áreas relacionadas con su funcionamiento cognitivo, y la resonancia magnética revela una atrofia cerebral generalizada. A William Utermohlen le fue diagnosticada una probable enfermedad de Alzheimer con 65 años de edad. Evaluaciones posteriores realizadas reflejaron un mayor deterioro progresivo de su funcionamiento cognitivo y una atrofia generalizada en su cerebro. 

 Diversos medios, tanto científicos, como la revista británica The Lancet (que publica su caso) o la estadounidense Neurology, como periodísticos, como The New York Times o la BBC, entre otros, han prestado atención al caso de William Utermohlen en particular, así como a la relación entre arte y demencia en general. Entienden que la producción artística durante la enfermedad puede revelar aspectos interesantes tanto de la propia dolencia como de la experiencia personal de lo que es “vivir”, en el caso de William, con la enfermedad de Alzheimer. En el caso que nos ocupa existen otros elementos esenciales, como son, por una parte, el hecho de que su mujer, Patricia, sea historiadora de arte y cuidadora de su marido, porque a través de ella ha llegado un amplio material relacionado tanto con su actividad artística como con la evolución de su enfermedad, y por otra parte, el hecho de que aceptaran que se estudiara el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer desde un punto de vista interdisciplinar, incluyendo, y esta es la novedad, los trabajos artísticos que producía durante el desarrollo de la misma. 

 Desde el momento del diagnóstico, la mayor parte de la producción artística de William Utermohlen se centra en la realización de autorretratos, “género” que ya había cultivado a lo largo de su carrera y que supone un esfuerzo de observación personal. A través de los mismos (realizados entre 1995 y el año 2000) se puede hacer un “seguimiento” de la evolución de su enfermedad, analizando los cambios en su pintura, y se puede intentar conocer y comprender, además, cómo fue la vivencia de su enfermedad. Un autorretrato realizado en 1967 puede servir de base para el reconocimiento de sus habilidades artísticas, de su precisión, expresión de emociones, originalidad… y, en definitiva, de la calidad de su trabajo creativo antes de su enfermedad. 

 El análisis de los cambios que se aprecian (algunos dirían “errores”) en la pintura de William Utermohlen a lo largo de su enfermedad es muy complejo, y seguramente aventurado y quizá poco riguroso. Qué se debe a una decisión propia del artista y qué o cuánto a la mella que la enfermedad hace en su cerebro es difícil de ponderar. Teniendo esto en cuenta y con el apoyo de la información publicada sobre su caso, se puede hacer una primera aproximación. Si se presta atención a la serie de autorretratos, se observa un cambio rápido y generalizado en las habilidades artísticas, indicativo del proceso neurodegenerativo e inexorable que William Utermohlen padece. William, en estos cinco años, va perdiendo paulatinamente la capacidad de representación espacial, las relaciones entre rasgos y objetos, entre proporción y perspectiva. Se simplifica e incluso desaparece el fondo de los cuadros. El color desaparece y, como si de una metáfora de la enfermedad se tratara, pasa de vivir y expresar la vida en color, a existir y comunicarla en blanco y negro. El manejo del pincel se vuelve más burdo, más tosco y, al final, produce líneas hechas con un lápiz. 

 Un año de desarrollo de la enfermedad separa cada uno de los cuadros. Un año donde el declive de sus habilidades visuoespaciales, visuoperceptivas y visuoconstructivas es cada vez más evidente. En el cuadro pintado en 1997 se pueden apreciar los primeros signos de dificultad en la representación de los rasgos de la cara, tanto de su estructura como de la relación entre los mismos. Pinta de manera más burda, y tanto su memoria como su motivación, atención y reconocimiento visual están ya alterados, y por eso su pintura resulta más tosca y menos elegante. Al año siguiente, en 1998, cuando William tiene 65 años, estos cambios son más pronunciados: existe una clara alteración del sentido de la proporción en los ojos especialmente, y el fondo del cuadro, el contexto del mismo, ha desaparecido. 

 En 1999, el deterioro de sus habilidades constructivas es más evidente, los rasgos faciales aparecen juntos, borrosos y extrañamente (des)conectados. Un año más tarde, en 2000, William ya había abandonado la pintura al óleo y trabajaba con lápices. En este autorretrato, solo los principales rasgos de la cara son reconocibles y la división de la misma está formada por una continuación de la mandíbula, que casi se pliega sobre sí misma. La enfermedad de Alzheimer hace desaparecer “el rostro de William”, que se pierde entre las neuronas dañadas. 

 ¿Cómo habrá sido la experiencia de la enfermedad para William Utermohlen durante estos cinco años? ¿Podemos imaginarla a través de sus autorretratos? Según el testimonio de su mujer y cuidadora (e historiadora del arte) y del análisis que otros críticos y especialistas han formulado sobre su obra, es casi seguro, como diría Laín Entralgo, que William sintió amenazada su integridad física y psicológica, amenazada por la soledad, incomunicación, invalidez, pérdida de su yo, proximidad de la nada. En el primer autorretrato de 1996 se puede observar una mirada dura, posiblemente enojada, indignada. Un hombre que ve cómo su mundo se contrae, se hace más pequeño, se limita, se reduce y nos mira e interroga desde detrás de los barrotes de esa cárcel, que es la enfermedad de Alzheimer. La mirada de William tiene todavía fuerza, aunque también se aprecia desasosiego y posiblemente miedo. Miedo que acompaña siempre a la enfermedad, y sobre el que, a buen seguro, como sobre otras emociones, nunca jamás le preguntaron. Miedo, que es hermano del sufrimiento y la desesperación. 

 En 1997, su rostro refleja una mirada perdida, extraviada, perpleja, extrañada. Incapaz de encontrarse a sí mismo dentro de sí mismo, su vida es un encuentro constante con lo desconocido, donde no puede expresar la naturaleza de su terrible experiencia. Si comparamos este autorretrato con el del año anterior, se puede apreciar que su rostro ha perdido vigor. En la medida en que los rasgos van suavizándose y la mirada perdiendo vivacidad, William va invisibilizándose y con él se pierden sus deseos, necesidades y expectativas. Casi tres años después del diagnóstico, en 1998, su pintura no es tan refinada y precisa, aunque a pesar de eso el cuadro transmite intensamente la tristeza, ansiedad, resignación y debilidad que emanan de su rostro. Sin embargo, en los dos últimos autorretratos (1999 y 2000), hechos casi cinco años después del diagnóstico, los rostros aparecen a la vez casi borrados, demolidos, desestructurados. Como decía su esposa, “es como si William hubiera asimilado su destino en su pintura: subsistir mientras desaparece”.

 Como sucede en los cuadros de William Utermohlen, la enfermedad de Alzheimer decolora y desfigura a la persona que la padece. Éste es su proceso. La deshace, en la medida en que su cerebro va muriendo, la fragmenta y destroza. El día 21 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Enfermedad de Alzhéimer. El caso de William y Pat Utermohlen puede servir para comprender mejor esta enfermedad, así como entender el sufrimiento de las personas que lo padecen y de sus cuidadores. Mientras que la atención e investigación trabajan en silencio, para mejorar la vida de los que la sufren e intentar detener el avance de la enfermedad y si es posible su curación, es necesario que la sociedad sea consciente de las necesidades de estas personas y se solidarice con ellas. Dejando de lado, como dice Albert Jovell, la “soberbia del sano”, debemos cortar los barrotes que encierran la figura de William Utermohlen en el cuadro que pinta en 1996. Esos barrotes verdes, que encierran a William en su enfermedad, y que significan tanto las barreras que la enfermedad conlleva como las que la sociedad y sus ciudadanos ponemos a las personas que sufren demencia y a sus cuidadores. William Utermohlen es, además de todo lo anterior, un notable testimonio de la capacidad humana y creativa que tienen las personas que sufren demencia. 

 Javier Yanguas es director de I+D de la Fundación INGEMA-Instituto Gerontológico Matía

Alerta de seguridad en un pueblo de Holanda por una invitación en Facebook


La policía confirma la asistencia de cerca de 4.000 personas al cumpleaños de una joven que olvidó marcar como privado el evento en la red social. El Ayuntamiento de Haren impuso la ley seca para tratar de evitar daños. 

 Merthe, una adolescente holandesa que quería celebrar este viernes a lo grande su 16 cumpleaños, se ha pillado los dedos en Facebook. Olvidó mencionar que la fiesta nocturna sería privada, y la invitación remitida a través de la red social ha llegado a 25.000 personas. El Ayuntamiento de su pueblo, Haren, al norte del país, declaró el estado de alerta. La policía confirmó la asistencia de cerca de 4.000 de personas. La situación desbordó las previsiones y los jóvenes lanzaron petardos y botellas a los agentes en un ambiente muy tenso. También han tumbado farolas y arrancado señales de tráfico, además de pisotear jardines y dañar coches. 

 Haren tiene solo 18.000 habitantes y ha prohibido beber alcohol por la calle para evitar cristales rotos y peleas. Las tiendas cerraron temprano y fueron quitadas las placas con el nombre de las vías adyacentes a la casa de la chica. Su calle fue cerrada sin éxito, porque los jóvenes apartaron las vallas e invadieron la zona. Las fuerzas antidisburbios cargaron varias veces contra el gentío y se registraron detenciones. A medianoche, con la supuesta fiesta ya terminada, todavía quedaban jóvenes por las calles a los que la policía trataba de llevar hasta trenes y autobuses para que se marcharan del pueblo. 

 En 2010, un error similar le costó caro a la familia de Tessa, una chica alemana de Hamburgo. También invitó a sus amigos a través de Facebook y contestaron 14.000 personas. Al final, llegaron a su casa unas 1.500 y hubo seis arrestos. En el caso de la holandesa Merthe, los desconocidos dispuestos a desplazarse a Haren colgaron en YouTube una veintena de videos con montajes de fiestas similares. En todos se convoca al usuario para que acuda al pueblo, incluso facilitando el mapa del lugar. También se han fabricado camisetas con el lema Project X, en recuerdo del filme estadounidense del mismo título que recrea un evento así. (Con un presupuesto de 12 millones de dólares, recaudó 100 millones en taquilla). 

 “La chica no quería provocar esta respuesta, ni tampoco sus padres, que han desconvocado la fiesta y ya no están en su casa. Es una de esas cosas que se vuelven en contra cuando se usan mal las redes sociales”, ha dicho Rob Bats, alcalde de la ciudad. En Groningen, la ciudad a cuyo término municipal pertenece Haren, lo han tomado de otro modo. Sus bares y clubes tenían previsto abrir hasta más tarde para acoger a los falsos invitados por si la fiesta original no acababa de funcionar. De todos modos, el ambiente fue malo toda la jornada y el Ayuntamiento evauló los daños y calificó a los forasteros de "juerguistas especializados en broncas".

lunes, 17 de septiembre de 2012

De uvas y viñas por el Sur de Francia


Que el Languedoc-Rosellón es tierra de vinos no es un secreto para nadie y octubre es una de las mejores épocas para visitar esta zona francesa. 

 El mes de la vendimia por excelencia es septiembre y es por esto que esta época es una de las mejores para visitar la región francesa de Languedoc-Rosellón. Además, el veranillo de San Miguel hace que la temperatura sea idónea para pasear entre los viñedos. 

 El municipio de Juvignac, al oeste de Montpellier, se encuentra el Château de Fourques, con 50 hectáreas de viñedos que se pueden visitar en compañía del viñador. A través de un paseo de una hora se puede conocer la historia de la hacienda y el como se elaboran los vinos de Saint Georges d’Orques. Este paseo también ofrece una degustación de vinos directamente de la cuba y de productos relacionados con el mundo vinícola como cartagène ambrée, confites de vino (blanco, rosado, tinto) y vinagres. 

 Esta visita dura unas dos horas y se puede realizar de lunes a sábas de 10h a 12h y de 15h a 19h. El precio es de 10 € por persona y gratis para los menores de 12 años. El grupo mínimo es de dos personas y hay que reservar con, al menos, 48 horas de antelación. 

 Por su parte, en Chusclan se celebra el 13 y 14 de octubre la 14ª edición de las Vendimias de la Historia, una fiesta tradicional de los viñadores a través de la que Chusclan viajará en el tiempo hasta un pueblo de Ródano de antaño. Así, las calles estarán repletas de paja, los garajes se convertirán en pequeños puestos en los que comprar productos típicos de la región y sus habitantes se vestirán como sus antepasados. 

 Entre las actividades que se celebrarán destacan una demostración de los viejos oficios, animaciones musicales y folklórica, vendimias a la antigua usanza y cortejo viñador, una carrera viñadora y una granja pedagógica, entre otros. Y como imprescindible, el domingo por la tarde se celebrará el prensado, recogida y exprimido de la uva tal y como se hacía antiguamente de la mano de los viñadores disfrazados

"La Asturianita"


Todos creían que era una espía. Perdió los brazos y aprendió a hacer cualquier cosa con los pies. Dio la vuelta al mundo. Pero republicanos y franquistas la enviaron a prisión 

 Lo nunca visto. El caso más portentoso de reformación humana mediante la voluntad. La artista sin brazos, ni los tiene ni los necesita. Es tiradora al blanco. Toca piano, violín, acordeón y xilófono. Es profesora de caligrafía. Es una excelente mecanógrafa. Juega al billar y a cartas. Conduce un automóvil con la ayuda de sus pies. Hace caricaturas de uno del público. Hace toda clase de labores propias de su sexo: corta, enhebra una aguja, cose...”. Así se anunciaba en 1933 la actuación en un teatro de Lleida de Regina García López, La Asturianita. Una mujer excéntrica con una vida de película, a la que republicanos y franquistas encarcelaron por el mismo delito: espiar para el bando contrario. 

 Regina García, segunda de ocho hermanos, había nacido en 1898 en Valtravieso, una aldea asturiana de 25 casas y 63 habitantes. Un accidente en el aserradero de su padre cuando tenía nueve años le arrancó los dos brazos. Un asturiano que se había hecho rico en Argentina se ofreció a pagar su educación en el Colegio del Asilo, donde iban los hijos de las mejores familias de Luarca. Más tarde, propuso a sus padres adoptarla y llevársela a Buenos Aires, pero estos no aceptaron. Incluso contrató a un especialista alemán para que le implantara unos brazos mecánicos. El experimento no funcionó. 

 Cuando Regina cumplió los 15 años le dijeron que tenía que dejar sitio a otra niña en el colegio. Para entonces, había decidido que quería ser maestra. “La gente le decía '¿pero cómo vas a ser maestra sin brazos? ¡Olvídate! Duerme, come, reza”, relata su hijo Marcelino, de 86 años. “Poco después intentó suicidarse tirándose desde un acantilado”. Aquel día vio, en el camino de regreso a casa, a unos titiriteros con monos que cogían cosas con las patas. “Mi madre pensó: 'Si ellos lo hacen, yo también'. Y empezó a ensayar haciendo garabatos con los pies. Pensaron que estaba chiflada”. Fue la primera vez que la dieron por loca. La primera de muchas. Pero Regina iba a recorrer el mundo y a hacerse rica con aquella locura.

 Debutó en el Teatro Jovellanos de Gijón, actuando para la infanta María Teresa de Borbón en 1917, y durante los años siguientes visitó 42 países de gira (Turquía, Egipto, Brasil, Argentina, Venezuela, EE UU...) con su espectáculo, siempre en teatros. Nunca quiso actuar en circos. En 1933, según recoge María Teresa Bertelloni, su nuera, en la biografía Regina García López, La Asturianita, fue recibida por el presidente Roosevelt en la Casa Blanca, adonde llegó, como era costumbre en sus actuaciones, conduciendo ella misma con los pies. El presidente estadounidense le tendió instintivamente la mano y La Asturianita le ofreció el pie. 

 En una de sus actuaciones, en Avilés, Regina conoció al que sería su marido, entonces, un admirador. Se casaron en 1922 y tuvieron tres hijos: María, Marcelino y Juan, este último nacido en mitad de una gira, en un barco de bandera alemana en aguas de las Azores. En 1928 se separaron. “Mi madre tenía una personalidad arrolladora. Era un cerebro y los hombres en aquella época querían ser tutores de las mujeres”, explica Marcelino. “Lo mismo que le atrajo de ella fue lo que les separó. Tengo la impresión de que mi padre se sentía desbordado por ella”. 

 El 27 de marzo de 1936, antes de comenzar una actuación en un teatro de Luarca, Regina quiso hablar de sí misma: “Los niños huían de mí... Obtuve las primeras revelaciones de la compasión, que hiere, que humilla. Las gentes derramaban sobre mí sus miradas piadosas. '¡Pobre manquina!', decían. '¡Y para los suyos, qué carga!'. Esto amargaba mi espíritu. Con la voluntad hecha acción, aprendí, trabajé, gané, gasté, soñé, amé y realicé, porque dentro de mi cuerpo mutilado está el alma de una mujer de cuerpo entero...”. Y a continuación, presentó su gran proyecto, Selección, con el que pretendía recaudar fondos en sus giras para pagar los estudios a chavales de aldea sin medios pero con aptitudes. 

 Recibió muchas críticas por aquel proyecto, como recoge Luis González Fernández en Regina, el coraje de una mujer (Madu ediciones). El semanario La Democracia arremetió contra ella por pretender educar a los niños “sin Dios”. La Voz de Asturias la elogiaba: “Es excepcionalmente culta y siente inclinación fervorosa hacia la enseñanza (...) No veáis en ella el número de varietés, ved en ella a Regina García, altruista, filántropo, apóstol”. 

 Es verdad que Regina era muy culta. Hablaba cinco idiomas: portugués, francés, inglés, alemán e italiano. Por eso el encargado de información del Ministerio de la Guerra, Ángel Pedrero, le propone trasladarse a Francia para espiar para la República. Regina se niega. Había llegado a Madrid poco antes de que estallara la Guerra Civil con un contrato en La Zarzuela para recaudar fondos para los niños de Luarca. Y en abril de 1937 es encarcelada en la prisión de Ventas, acusada de espiar para los franquistas. 

 Al caer Madrid en manos del bando nacional, el 1 de abril de 1939, Regina sale de la cárcel. Pero por poco tiempo. Para celebrar su libertad, decide ir al cine. Llevaba un vestido-capa que disimulaba su defecto y al terminar la película fue la única que no hizo el saludo fascista. “¡Brazo en alto!”, le gritó un falangista. “Yo no levanto el brazo ni aunque me lo pida el mismísimo Franco”, contestó. “Pues queda usted detenida”. El episodio lo cuenta ella misma en su diario y lo recuerda bien Marcelino: “Mi madre no se callaba nunca. Protestaba sin medir las consecuencias. Era muy temperamental”. Regina terminó mostrando al falangista que no tenía brazos y explicó que acababa de salir de la cárcel, donde la habían metido los republicanos. La dejaron marchar, pero ella vería varias veces a aquel falangista espiándola. Poco después, el Régimen le pide que colabore como soplona. Regina también se niega esta vez y es encarcelada de nuevo, ahora por los franquistas. La prisión de Ventas es ahora un penal abarrotado en el que ingresan cada día entre 80 y 100 reclusas, según recoge González Fernández en su libro. Durante su estancia será trasladada varias veces al psiquiátrico. Ella misma explica en su diario que tenía alucinaciones. “Voy perdiendo la noción de todo y los ruidos en mi imaginación son completamente distintos a lo que deben ser...”. El 5 de agosto de 1939, Regina oye llamar a 13 compañeras que serán fusiladas esa madrugada y pasarían a la historia como Las 13 rosas.

 El 3 de marzo de 1942 se celebra su juicio. “Llevábamos seis años sin ver a mi madre y casi no llegamos ese día porque a mi tío le parecía un capricho gastar el dinero en que viajáramos a Madrid para el juicio”, recuerda Marcelino, que entonces tenía 16 años. El que no estuvo fue su marido. 

 El juicio dura ocho horas. Tres agentes franquistas la acusan de crear “una vasta organización internacional calificada por ella como Selección, de corte masón”. Falange dice que es “bastante peligrosa”. La policía militar de Madrid la considera, sin embargo, “afecta al glorioso movimiento nacional y políticamente de toda confianza, habiendo estado presa con los rojos la mayor parte de la guerra y adquiriendo su libertad el mismo día de la liberación de Madrid”. La Guardia Civil de Luarca advertía: “Muy propagandista del comunismo. Es peligrosísima para la causa ya que por su cultura se desenvuelve con mayor facilidad”. Y en el informe de Sanidad Militar se lee: “Habla en tono autoritario. Aunque perfectamente lúcida, sus contestaciones se desvían enseguida del tema principal a asuntos accesorios de que ella quiere hablar. Niega las sospechas que pesan sobre ella como espía internacional y dice que es víctima de una intriga. Los médicos que suscriben opinan que padece una parafrenia sistemática”. El fiscal pidió para ella la pena de muerte por “prestar servicios como confidente a las órdenes del subnegociado de servicios especiales del Estado Mayor Rojo”. Finalmente, fue absuelta por loca, pero enviada a un psiquiátrico. 

 Un año después, Regina seguía recluida en la sala de dementes de un hospital. Y allí murió el 19 de mayo de 1942. Su abogado llegó un día tarde: el 20 de mayo de 1942 pidió que le dieran la libertad total. 

 Los franquistas se incautaron de todos sus bienes. Marcelino cree que su madre no murió de tifus, como le dijeron, sino que fue envenenada. “En su diario había dejado escrito que temía por su vida”, explica. “No estaba loca, pero no era una mujer corriente. Yo la admiraba muchísimo, como si no fuera mi madre. Me parecía infalible”. 

 Regina García tenía 44 años el día que murió. Le había dado tiempo a recorrer el mundo, a enamorarse, a ser madre, a demostrarle a todos que podía hacer mucho más que comer, dormir y rezar.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Down España



¡Súmate al proyecto de DOWN LLEIDA!

 En el programa de ayudas para Entidades sin Ánimo de Lucro que ha presentado Honda, DOWN LLEIDA opta con su candidatura a sacar adelante “Estimulando sentidos”, un proyecto de psicoestimulación para personas con síndrome de Down. 

 Sólo podrán optar a él si recogen el mayor número posible de votos, para entrar en la fase finalista, donde un jurado elegirá el proyecto ganador de entre 10 distintos. 

 Ayúdanos, entra en el enlace y pincha en "súmate".   Estimulando sentidos

La Federación Española de Bancos de Alimentos, Premio Príncipe de Asturias


Se ha impuesto en la votación final del jurado a los otros dos finalistas, Plan International y la Organización Internacional de Teletones (Oritel). Había candidaturas de diecinueve nacionalidades. La Federación Española de Bancos de Alimentos dedicará el importe íntegro del premio (50.000 euros) a la compra de alimentos. 

 La Federación Española de Bancos de Alimentos ha obtenido este miércoles el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2012 como exponente de un "esfuerzo internacional solidario para aliviar algunas de las necesidades más apremiantes de la población, hoy agudizadas por la crisis económica". 

 El fallo del jurado, emitido este mediodía en el Hotel de la Reconquista de Oviedo, reconoce esta concesión a la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), que se impuesto en la votación final a los otros dos finalistas, Plan International y la Organización Internacional de Teletones (Oritel). 

 Treinta y cuatro candidaturas de diecinueve nacionalidades aspiraban al premio, el último de los ocho galardones internacionales que convoca anualmente la Fundación que lleva el nombre del heredero de la corona española. 

 Los integrantes del jurado han valorado que "los donantes de alimentos y los voluntarios y organizaciones que los canalizan constituyen ejemplos decisivos y generosos de este esfuerzo altruista en favor de los demás", según recoge el acta. 

 Integrada en la Federación Europea de Bancos de Alimentos, que aglutina un total de 204 bancos de 21 países, la premiada se creó en 1996 para coordinar las actividades de estas organizaciones benéficas sin ánimo de lucro existentes en toda España. 

 La Federación Española de Bancos de Alimentos dedicará el importe íntegro del premio (50.000 euros) a la compra de alimentos para repartir entre los más necesitados, según ha asegurado el presidente de la Federación, José Antonio Busto, quien ha señalado que con ese dinero se pueden adquirir 50.000 kilos de alimentos. 

 Voluntarios en toda España 

 Este organismo cuenta con 52 sedes provinciales en las cuales cerca de 2.000 voluntarios impulsan sus actividades de redistribución de comida, que en 2011 llegó a más de un millón de españoles. La preside José Antonio Busto desde 2010 y distribuyó, en 2011, 104 millones de kilos de alimentos a 1,3 millones de españoles. 

 Además de los citados voluntarios, unas 3.000 empresas privadas colaboran con la federación, así como diversas entidades bancarias. 

 La FESBAL se fundó en 1996 a instancias de los Bancos de Alimentos de España y se encarga de coordinar las actividades de estas entidades que, basadas en el voluntariado, recuperan los excedentes alimentarios y los distribuyen a los más necesitados. 

 Los otros dos finalistas han sido Plan International, convertida desde su nacimiento en 1937 en una organización global que ayuda directamente a más de 1.500.000 niños en 50 países en vías de desarrollo, y la Organización Internacional de Teletones (ORITEL), que aglutina a las fundaciones que organizan telemaratones solidarios en trece países latinoamericanos. 

 Otras candidaturas 

 Además, entre las candidaturas aspirantes al Premio de la Concordia figuraban Sylvia Earle, la Fundación Charles Darwin, la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) y World Monuments Fund.  

 Los países procedentes de las 34 propuestas son Alemania, Bangladesh, Canadá, Colombia, Cuba, Ecuador, Egipto, Emiratos Árabes, Estados Unidos, Francia, Irlanda, Israel, Nicaragua, Países Bajos, Palestina, Reino Unido, Sierra Leona, Turquía y España. 

 Este galardón se concede a aquellas personas cuya labor contribuyan de forma relevante al fomento de la paz, la defensa de los derechos humanos, la libertad, la solidaridad, la protección del patrimonio y en general el progreso de la humanidad. 

 El jurado, que como es habitual en este premio ha estado integrado en su mayor parte por miembros de los patronatos de la Fundación Príncipe de Asturias, incluye la presencia del presidente del Principado, Javier Fernández; el exministro Rodrigo Rato, el expresidente de la Fundación Príncipe de Asturias, José Ramón Álvarez Rendueles; la empresaria Alicia Koplowitz y el alcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo. 

 El galardón, dotado con una escultura de Joan Miró, 50.000 euros en metálico, un diploma y una insignia, recayó en "los héroes de Fukushima el año pasado y con anterioridad en Manos Unidas, Stephen Hawking, las comunidades sefardíes, Médicos sin Fronteras y Médicus Mundi, la Fundación Americana para la Investigación del Sida, Mensajeros de la Paz y el Rey Hussein I de Jordania. 

 Éste es el último de los ocho Premios Príncipe de Asturias que se conceden y que este año cumplen su 32 edición, en la que han sido otorgados el de las Artes al arquitecto español Rafael Moneo, el de Ciencias Sociales a la filósofa estadounidense Martha C. Nussbaum, y el de Comunicación y Humanidades al diseñador de vídeo-juegos japonés Shigeru Miyamoto. 

 Además, el de Investigación Científica y Técnica al biólogo británico Gregory Winter y al patólogo estadounidense Philip Roth, el de Cooperación Internacional al Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y el de los Deportes a los futbolistas Íker Casillas y Xavi Hernández.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Las mujeres que leen las etiquetas nutricionales de los alimentos están más delgadas


Un estudio apunta que la diferencia de peso entre quienes leen las etiquetas y quienes no lo hacen es de cerca de cuatro kilogramos. Las personas que viven en zonas urbanas y las que tienen estudios universitarios son más proclives a leer las etiquetas. 

 Las mujeres que leen las etiquetas de los alimentos para saber cuáles son sus componentes nutricionales están más delgadas, según revela un estudio hecho por centros de investigación de distintos países, entre los que se incluye la Universidad de Santiago de Compostela (USC). 

 El estudio, divulgado este miércoles por la USC, apunta que la diferencia de peso entre las que leen o no esas etiquetas es de cerca de cuatro kilogramos. 

 La investigación ha sido llevada a cabo también por las universidades estadounidenses de Tennessee y Arkansas y por el Instituto de Investigación de Economía Agrícola de Noruega, según señala un comunicado. 

 El estudio indica que las personas que viven en zonas urbanas y las que tienen estudios universitarios son más proclives a leer las etiquetas, y mucho más las mujeres que los hombres. 

 El 58% de los hombres encuestados afirma leer habitualmente o siempre la información sobre el contenido nutricional, pero entre las mujeres la tasa alcanza el 74%, según el estudio. 

 La profesora de la USC María Loureiro, autora principal del estudio, que ha sido publicado por la revista Agricultural Economics, indicó que las mujeres que leen las etiquetas tienen un índice de masa corporal 1,48 puntos menor, mientras que esta diferencia es de solo 0,12 puntos en hombres. 

 Según la USC, el estudio concluye también que las personas fumadoras, que generalmente tienen un estilo de vida menos saludable y se despreocupan más de los que comen, suelen leer menos las etiquetas.

Crean un zapato biodegradable que puede convertise en abono para plantas


Logran crear el primer zapato compostable de piel, tras una investigación de la Universidad de Vigo, la Universidad Pública de Navarra, la planta industrial de compostaje de Jorba (Barcelona), coordinada por Ernesto Segarra, que actualmente comercializa la marca Snipe en territorio español. El modelo Snipe 100 ya se ha presentado en Alemania. 

 Convertir un zapato en abono para las plantas no es una ficción. Varios investigadores liderados por Ernesto Segarra y Alfonso del Val han trabajado durante tres años en la creación de un zapato compostable cuya piel es una curtición especial con titanio, que se degrada y composta y cuya suela de termoplástico es degradable en condiciones de compostaje. El modelo, de la firma Snipe, ha sido concebido en España, se llama Snipe 100 y ya se ha presentado en Alemania. 

 Los zapatos, de la firma Snipe, que comenzarán a comercializarse el el último trimestre de 2012, no sólamente son compostables, sino que son cómodos, de un diseño atractivo, de calidad y de larga duración. Se prevé que se vendan a un precio cercano a los 150 euros. 

 Tras su uso normal, el consumidor que tenga un compostador familiar (algo muy habitual entre algunas familias de ciudades europeas) podrá emplearlo para compostar sus zapatos una vez troceados y humedecidos (al cabo de tres o cuatro meses se habrá compostado). En el caso de que el usuario no tuviera compostador, la firma lo podría recoger y mandar a una planta industrial de compostaje. 

 Según explica Ernesto Segarra, propietario de la antigua fábrica Segarra en Vall d'Uixo, el objetivo es abrir un camino para la industria del vestir y dar un primer paso para que en el futuro tanto los zapatos, como los cinturones, las maletas y hasta la ropa de piel se puedan compostar para así cerrar el ciclo natural de la biosfera. 

 Y es que, según las previsiones del experto, se calcula que dentro de dos años se consuman 20.000 millones de pares de zapatos con el consiguiente daño ambiental al final de su uso, pues muchos de ellos serán incinerados. noticias relacionadas

martes, 11 de septiembre de 2012

Nueva York recuerda un año más a las víctimas del 11-S


Doscientos familiares de las víctimas, divididas en cien parejas, protagonizaron la lectura de los nombres de los muertos, recordados en orden alfabético. Al contrario que el año pasado, cuando se conmemoró el décimo aniversario de los atentados, en esta ocasión no asistieron políticos de primera fila. Los nombres de las 2.983 personas que murieron el 11-S están grabados en bronce, en dos monumentos situados en la zona donde se alzaban las Torres. 

 Nueva York ha recordado este martes a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos con un acto que comenzó en el memorial situado en la zona donde se alzaban las Torres Gemelas del World Trade Center. 

 La sobria ceremonia estuvo protagonizada, como es tradicional, por la lectura de los nombres de las 2.983 víctimas de los cuatro atentados perpetrados con aviones secuestrados -dos contra las torres, otro contra el Pentágono y uno más que se estrelló cuando se dirigía hacia Washington- así como en el atentado de 1993. 

 Doscientos familiares de las víctimas, divididas en cien parejas, protagonizaron la lectura de los nombres de los muertos por orden alfabético, interrumpida en seis ocasiones, las mismas que las horas exactas en que se estrellaron los aviones y en que se derrumbaron las dos torres neoyorquinas. También asistieron otros familiares, muchos con fotografías de sus seres queridos perdidos entonces. 

 Con la voz quebrada por la emoción y entre lágrimas en muchos casos, los asistentes mencionaron a sus familiares, esposas o esposos, padres, hermanos, asesinados en aquellos ataques. 

 La ceremonia se inició con la interpretación del himno nacional estadounidense a cargo del Coro Joven de Nueva York. 

 Al contrario que el año pasado, cuando se conmemoró el décimo aniversario de los atentados y asistieron el presidente estadounidense, Barack Obama, y su antecesor, George W. Bush, en esta ocasión no asistieron políticos de primera fila. 

 El memorial estuvo presidido por dos piscinas con caídas de agua de 10 metros en cuyo alrededor están grabados en bronce los nombres de las 2.983 personas que murieron el 11 de septiembre de 2001 en los atentados de la red terrorista Al Qaeda y los de los seis fallecidos en el primer atentado contra el World Trade Center en 1993. 

 Otras ceremonias paralelas, mucho más breves, se realizan en distintos puntos de la ciudad, como comisarías de policía, cuarteles de bomberos, la Autoridad del Puerto de Nueva York, o la empresa financiera Marsh&McLennan, que perdió a 295 trabajadores. 

 Este aniversario ha vuelto a traer un fuerte incremento de las medidas de seguridad y del despliegue de agentes de distintos cuerpos y de soldados en algunas zonas claves de la ciudad, como edificios oficiales importantes o estaciones de transporte público.