miércoles, 5 de octubre de 2011

Bob Dylan sube en las apuestas por el Nobel de Literatura




A poco menos de 24 horas para que se falle el Premio Nobel de Literatura, los pronósticos, como todos los años, están que arden. El japonés Haruki Murakami, éxito mundial de ventas, se perfila como el gran favorito, encabezando la lista de la casa de apuestas Unibet y aparece en cuarto puesto de la de Ladbrokes. Pero lo curioso está en que Bob Dylan, eterno candidato a este premio aunque sea músico, aparece en las primeras posiciones. Nunca antes había estado tan alto.

Ya se sabe que las quinielas están para que no se cumplan, pero no deja de sorprender que Dylan se encuentre en la segunda posición de la casa de apuestas Ladbrokes. Adelantado solamente por el poeta sirio Adonis, por el que se falla 5 a 1, Dylan se sitúa en un segundo puesto con un favoritismo de 6 a 1. De esta forma, el cantautor estadounidense se presenta más favorito que grandiosos escritores contemporáneos estadounidenses como E.L Doctorow, Cormac McCarthy, Philip Roth, Thomas Pynchon, Don DeLillo y Gore Vidal.

martes, 4 de octubre de 2011

Nobel de Física para la aceleración del universo


Tres científicos que descubrieron el efecto, que puede ser debido a la denominada energía oscura, reciben el galardón

Los científicos Saul Perlmutter, Brian Schmidt y Adam Riess, reciben el Premio Nobel de Física 2011 por sus observaciones cosmológicas, al descubrir que la expansión del universo, el Big Bang, está acelerándose, según ha informado el comité Nobel de Física de la Real Academia de Ciencias sueca. Es un fenómeno que los científicos no han logrado aún explicar pero que se ha comprobado en diferentes observaciones realizadas después de los trabajos pioneros de los tres galardonados, hace más de una década. Es el misterio de la energía oscura del universo y la mejor interpretación, según muchos expertos, es la constante cosmológica de Einstein. Perlmutter y Riess trabajan en EE UU y Schmidtt, en Australia. Su hallazgo tiene implicaciones directas en el destino del universo, ya que esa aceleración de la expansión indica que el cosmos acabará completamente helado.

Schmidt ha declarado en una conexión en directo con la sala de la Fundación Nobel donde se ha presentado el premio, que, aunque la posibilidad de que su trabajo obtuviera el galardón se comentaba de vez en cuando en su entorno, no se lo esperaba. Por supuesto está encantado. La mitad del premio (un millón de euros) es para Perlmutter y la otra mitad, compartida entre Schmidt y Riess.

Los descubrimientos premiados se remontan a 1998, y fueron una sorpresa general en la comunidad científica. Además, para mayor solidez del hallazgo, fue logrado por dos grupos competidores trabajando independientemente, uno liderado por Perlmutter (el Supernova Cosmology Project) y otro por Schmidt (High-Z supernova Research Team), en el que Riess desempeña un papel clave.

Los dos equipos, en los años noventa, estaban investigando supernovas de un determinado tipo, denominado Ia. Son explosiones finales de estrellas viejas compactas, de la masa del Sol pero el tamaño de la Tierra. Estos científicos observaron que medio centenar de tales supernovas lejanas en el cielo brillaban menos de lo esperado, lo que indicaba que estaban más lejos. Esto indicaba, por increíble que pareciera, que la expansión reciente (en términos cósmicos) del universo se está acelerando. "Comunicamos al mundo que teníamos este resultado loco, que el universo se estaba acelerando", ah recordado Schmidt. "Parecía demasiado loco para ser correcto y creo que estabamos un poco asustados". La expansión del universo, no esta, como cabía esperar, ralentizándose desde la gran explosión, hace unos 13.700 millones de años, sino que está acelerándose.

Los cosmólogos, tras la sorpresa inicial de este hallazgo corroborado por dos grupos competidores, empezaron a analizarlo, buscando explicaciones.

La teoría más generalmente aceptada es que está en acción la llamada constante cosmológica de Einstein, una fuerza de repulsión (algo parecido a la atracción gravitacional, pero de signo contrario) que el gran sabio alemán introdujo en su teoría para frenar el universo y hacerlo estable, como se pensaba entonces que era. Cuando se descubrió que el cosmos estaba en expansión y que, por tanto, no hacía falta frenarlo, Einstein dijo que la constante cosmológica era su mayor error. Décadas después los científicos han desempolvado la idea para explicar, con esa fuerza de repulsión, la aceleración del universo.

En un lenguaje más reciente, la constante cosmológica es la llamada energía oscura y las investigaciones posteriores a los trabajos de los tres galardonados con el Premio Nobel de Física 2011 han determinado que juega el papel fundamental en el universo: el 72% del cosmos es energía oscura, el 26% es materia oscura y sólo el 4,6% es materia normal y corriente, los átomos conocidos.

Perlmutter, estadounidense, nacido en 1959, es profesor de la Universidad de California en Berkeley y del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley. Schmidt, con nacionalidad estadounidense y australiana, nacido en 1967, es profesor de la Universidad Nacional Australiana en Weston Creek. Riess, estadounidense, nacido en 1969, es profesor en la Universidad Johns Hopkins (Baltimoere, EE UU) e investigador del Instituto Científico del Telescopio Espacial.

Nuevo indicio de que el alzhéimer es una infección, como la enfermedad de las vacas locas


La inyección de tejidos de enfermos provoca la enfermedad en ratones sanos


El alzhéimer cada vez se parece más, para los científicos, a la enfermedad de las vacas locas y los priones, esas proteínas mal plegadas que misteriosamente lo propagan, serían los culpables. Los experimentos realizados en los últimos años apuntan a un origen infeccioso de esta demencia senil sin causa conocida y el más reciente constituye un importante indicio más, aunque no se pueda todavía asegurar.

Claudio Soto, de la Universidad de Texas y el español Joaquín Castilla, del CIC bioGUNE han inoculado extractos de cerebros de pacientes de alzhéimer en el cerebro de ratones y han comprobado que la consecuencia es la formación de los depósitos de la proteína beta-amiloide (mal plegada) que caracterizan la enfermedad. La acumulación de placas amiloides aumentó progresivamente con el tiempo después de la inoculación observándose lesiones características en áreas cerebrales muy alejadas del punto de inyección, señalan los científicos. "Nuestros resultados sugieren que algunas de las anomalías cerebrales asociadas con la enfermedad de Alzheimer pueden ser inducidas por un mecanismo de transmisión similar al que ocurre en las enfermedades espongiformes transmisibles también llamadas enfermedades priónicas", explica Castilla. La investigación se publica en la revista Molecular Psychiatry.

Este tipo de experimentos se han hecho habituales respecto a las enfermedades causadas por priones que son claramente transmisibles, como la de las vacas locas. ¿Quiere esto decir que ya se puede afirmar que el alzhéimer tiene un origen infeccioso? "La diferencia principal entre las enfermedades priónicas, eminentemente infecciosas, y la enfermedad de alzhéimer es que en las primeras el proceso de acumulación de priones en el cerebro del individuo infectado causa irremediablemente su muerte, mientras que la acumulación del péptido amiloidogénico de las placas de alzhéimer no la causa", dice Castilla. Los priones son unos agentes infecciosos muy particulares, que no se transmiten fácilmente entre individuos por lo que se sabe. Se plantea así si otras enfermedades neurodegenerativas, como las de Huntington y Parkinson y la esclerosis lateral amiotrófica, tienen el mismo origen.

El alzhéimer es una enfermedad complicada, de la que se desconocen todavía muchos aspectos. Por ejemplo, no se sabe si las placas de proteína mal plegada son la causa de la patología, que se traduce en muerte neuronal, o un síntoma más del exceso de este péptido. De hecho, los ratones no mostraron patología. "El principal problema a la hora de clasificar a la enfermedad de Alzheimer como una enfermedad infecciosa radica en la ausencia de modelos adecuados que reproduzcan cada uno de los procesos patogénicos de la enfermedad. Si bien hemos demostrado que el principal evento, la formación de placas amiloides, puede reproducirse artificialmente de forma similar a lo que ocurre en una infección de priones, extrapolar este dato a que la enfermedad de alzhéimer es una enfermedad infecciosa es aún prematuro", finaliza el investigador español.

domingo, 2 de octubre de 2011

El Niemeyer y la Edad Media, un camino de ida y vuelta


Avilés vive un romántico dramático y Shakespeare entró en escena

Fue allá, por la primavera, en el medieval palacio Valdecarzana, cuando lograron parar el viento de la Historia y atraparlo. Y exponer, entre láminas de plástico, las dos ejemplares del famoso Fuero de Avilés, símbolo de su poder histórico.
Mientras los contemplaba podía ver a través de una de las dos puertas góticas, la pasarela ('la grapa') que salva el paso de la ría, consiguiendo que pasado y futuro se enlacen.

En este palacio, estuvo -hará unos tres años- Paulo Coelho, uno de los escritores mas famosos del mundo. Y uno de los arietes que -magistralmente- utilizó el director del Niemeyer, Natalio Grueso para difundir ese 'Made In Avilés' (cultural) por el mundo, estando el centro todavía sin construir. Ya entonces escribí que me parecía, toda una hazaña, este lanzamiento del complejo cultural. Y la sigo considerando histórica.

El Niemeyer, comenzó a revolucionar la ciudad milenaria. A crear expectativas, que poco a poco fueron calando en la triste capa de escepticismo y depresión social, que vivíamos desde aquella debacle que esfumó a Ensidesa.

Y del dicho al hecho. Y del 'no se va a construir' de los detractores, se pasó al se construyó. Y del 'no se va a inaugurar', al se inauguró. Y del 'no va a funcionar' al funcionó. Y de que forma tan espectacular.

Muchos fuimos conscientes de vivir en una ciudad, todavía más importante de lo que era, porque aparecía en los medios de comunicación de medio mundo. Cosa milagrosa, si no fuera cierta. Y la esperanza pasó a ser evidencia.

Se había construido -y funcionaba- un valiosísimo elemento, una poderosa palanca psicológica -aparte de lanzador económico- clave para plantear y abordar otros proyectos de futuro de esta ciudad.

En estas cosas pensaba el otro día, desde la 'grapa' del Niemeyer, mientras contemplaba -al fondo de la foto- el palacio de Valdecarzana. Una visión hermosa: a la derecha un gran edificio, proyectado por Manuel del Busto (el mismo arquitecto del teatro 'Palacio Valdés'); y a la izquierda la Oficina de Turismo, del siglo XIX, y luego una medianera de cinco pisos de altura, con un espectacular mural (siglo XXI) de Ramón Rodríguez. Y allá al fondo, el Valdecarzana (siglo XIV), plantado en la antiquísima calle de La Ferrería. La pera.

Y de repente, pasó a mi lado una tropa (mejor, una troupe), comandado por Kevin Spacey. No me sorprendió verle, porque de un tiempo a esta parte estamos acostumbrados, en Avilés, a personajes de esta talla.

El actor inglés ha estado, hasta ayer sábado, representando 'Ricardo III' de William Shakespeare, coproducción del Niemeyer, en el 'Palacio Valdés'. Privilegio que tienen, solamente, las ciudades de Avilés, Londres, Atenas y Estambul. Juzguen el detalle.

Vino a representar una tragedia, en esta ciudad que vive un drama.

Una ciudad a la que están vapuleando, a base de jugar con la honra de personas interpuestas, con difamaciones brutales, que vistas en los medios siembran la duda total. Un deleznable espectáculo que golpea al Niemeyer y más allá: a la Villa de Avilés. No hay derecho.

El presidente del Principado denunció, el otro día en Madrid, que 'Asturias recibía castigos a la carta', refiriéndose a la marginación de nuestra región. Y no hay derecho.

Yo recojo sus palabras y a las aplicó a mi ciudad. Y me rebelo contra las calumnias o zafiedades de este o aquel Consejero del Principado de Asturias. No hay derecho.

Estan jugando el «ser o no ser» de Avilés. Así de 'shakesperiana' es la cuestión. No hay derecho.

Consciente de que vivimos momentos trágicos, me niego y me rebelo -tan tranquila como rotundamente- a que el destino de Avilés lo conviertan en un desatino.

El asesinato de un poeta


Salvador Iborra fue acuchillado delante de su casa tras robarle la bicicleta

De pie, con el móvil, un hombre hace una fotografía a las más de 50 velas, los ramos de rosas y claveles y las poesías y escritos pegados frente al número 12 de la calle de Palma de Sant Just, en el barrio Gótico de Barcelona. "¿Vivía aquí? ¿Y le han matado en su misma puerta? Qué fuerte. Y todo por una maldita bicicleta", dice en voz alta. Es un trabajador del barrio que, como la mayoría de los que hacen vida en la zona, se ha enterado de que un poeta valenciano, Salvador Iborra, de 33 años, murió acuchillado la madrugada del jueves.

Salva, como le llamaban sus amigos, hacía dos años que vivía en ese edificio. El piso, alquilado en realidad por un buen amigo suyo, está en una calle sinuosa, llena de recovecos, de las clásicas del distrito de Ciutat Vella, donde no abunda la luz. El jueves por la tarde, la puerta del 2º 1ª quedó precintada por los Mossos d'Esquadra. La policía registró el domicilio de Iborra en busca de alguna pista que les llevase a sus asesinos.

La noche de su muerte, el joven poeta había pasado por el bar Thales, donde solía compartir horas de charla con su amigo y camarero Xavier. El local queda a escasos 60 metros de su casa. Cuando Donielo Parés, de 61 años, cerró el aparcamiento que está justo delante del bar, se sumó a la reunión del Thales. Parés suele guardarle la bicicleta a Xavier "para que no se la roben", según contó. Al cerrar el aparcamiento, se la llevó al bar.

Pasaban la 1.30. Los tres se quedaron un rato departiendo. "Era un chico muy inteligente. A mí me decía que tenía que calmarme cuando me enfadaba", recordó Parés el viernes a este diario. Luego los dos amigos se despidieron de Parés y se fueron a la casa de Salva, que le quería dar un libro a su amigo, según aseguró Parés que le dijeron. La bicicleta la dejaron en la puerta. Pero al salir, ya no estaba. Los dos amigos recorrieron el vecindario para encontrarla. Pero no hubo forma, y cada uno puso rumbo a su casa. Eran ya más de las seis de la mañana cuando el poeta, que llegaba a su piso, dio con la bicicleta y sus ladrones. Las investigaciones apuntan a que Iborra se enzarzó en una pelea con ellos que acabó con su vida. Los mossos detuvieron entre el jueves y el viernes a Saodi M. y Zakari Y. M., con numerosos antecedentes por robos con fuerza, acusados de haberle acuchillado. Los presuntos homicidas, además, compartían escalera con la víctima: ocupaban ilegalmente el entresuelo 1ª del edificio.

"Descansa en paz. Esto no me impedirá atender a las tantas lecturas que me has recomendado. Lo prometo". El mensaje es uno de los muchos que empieza a acumular el blog La ruta desconeguda (salvadoriborra.blogspot.com) que Iborra escribía. "Supongo que este es el libro de condolencias de un poeta del siglo XXI", reza otro.

Sus amigos le recuerdan. Y piden también que se recuerde su obra, como dijo a este diario el jueves Sebastià Bennasar, compañero del alma del poeta. Se conocieron hace 14 años en un congreso de jóvenes escritores en Mallorca. Primero a través de cartas ("de cinco o seis folios"), después con viajes, mantuvieron una amistad que les llevó a vivir juntos en el barrio Gótico de Barcelona hasta junio, cuando Bennasar se mudó.

El poeta, licenciado en filología catalana y profesor interino, a sus 33 años había publicado tres libros: Un llençol per embrutar, Les entranyes del foc y Els cossos oblidats. También había escrito un pequeño relato negro, Shakura, y estaba empezando una novela. Ayer, en un papel pegado en la pared de su casa, se podían leer unos versos suyos: "Avui no está per a ningú i molt menys per a tu, no li queden somnis per a l'amor o la por...".

El falsificador libertario


Adolfo Kaminsky falsificó documentos para la Resistencia francesa, los judíos perseguidos por el nazismo, los anarquistas, los comunistas, en las guerras colonialistas africanas, contra las dictaduras de Salazar y Franco y contra el 'apartheid'.

Adolfo Kaminsky ha vivido una vida novelesca y larga. Nació en 1925 en Buenos Aires, hijo de rusos exiliados, y aunque solo vivió allí cuatro años, asegura que todavía guarda de aquel tiempo un recuerdo muy preciso. Esa memoria fotográfica y su pasión por las lenguas, la tinta y sus propiedades químicas, y mágicas, le iban a ser muy útiles en Francia, donde llegó en 1932, "después de pasar tres años en Turquía esperando los papeles", y donde vive todavía hoy, en un modesto piso del distrito 15 de París. Kaminsky se enamoró "de la fascinante alquimia de los colorantes" en un laboratorio improvisado que montó en casa de su tío, en Vire, un pueblo de Normandía, cuando acababa de dejar la escuela y trabajaba en una tintorería. "La tinta se quedaba en los trajes y el agua salía limpia, pura; era maravilloso. Leí muchos libros de química y aprendí a manipular bien las tintas", recuerda Kaminsky bebiendo un café turco que acaba de hacer su hija Sarah.

Pero Francia fue invadida por Alemania en 1940, y su madre fue asesinada. "Más tarde, en 1943, mi familia fue internada en el campo de Drancy, cerca de París, que fue para muchos niños judíos el preludio de los campos de exterminio. Al final fueron liberados gracias al consulado argentino. Yo tenía 17 años y entré a trabajar en una lechería con un ingeniero químico que era alumno de Frederic Curie. Y ahí empecé a trabajar para la Resistencia".

Su trabajo iba a consistir en falsificar documentos para salvar a los niños judíos de la deportación. Su habilidad y su facilidad para las lenguas ("hablaba ruso, alemán y un poco de español, además del francés") salvaron la vida a miles de menores. Usando el ácido láctico de la leche, Kaminsky borraba "el nombre, los apellidos y el tampón rojo de las cartillas de racionamiento que certificaba la religión judía". Imposible calcular el número exacto de personas que salvó. Pero tampoco le importa. "Jamás he querido ver a la gente que salvé, me limité a cumplir un deber. Yo era judío y estaba condenado de todas maneras. No arriesgaba nada. El peligro era para los niños. Algunos dicen que fueron 14.000, pero quizá fueron muchos menos, es imposible saberlo. Cada día llegaban a Drancy los autobuses llenos, y cuando juntaban una lista de mil menores, los metían en los convoyes que iban a los campos de la muerte. Hacía falta trabajar deprisa y dormir lo menos posible. En una hora fabricaba 30 documentos limpios, así que si dormía una hora, morían 30 niños".

Kaminsky trabajaba para la 6ª sección de la Resistencia, que tuvo dos laboratorios clandestinos: en una buhardilla de la Rue Jacob y en otra de la Rue Saint Peres, en el distrito 7. En esos pisos fue perfeccionando su método a medida que los alemanes "sofisticaban los documentos poniéndoles filigranas que hacían más difícil la copia. El problema es que la tinta borrada reaparecía con el ácido úrico del sudor, pero gracias a un químico experto pudimos resolverlo. Entonces empezamos a trabajar para el Movimiento de Liberación Nacional de De Gaulle. La organización creció mucho y decidimos que era mejor imprimir los documentos nuevos que falsificar. Con material casero, inventé un sistema de impresión que se podía esconder en la pared y que luego se extendió por toda Europa. Fuimos enseñando la técnica a otros... Los alemanes sabían que pasaba algo, pero buscaban un gran laboratorio profesional, no pequeños nidos clandestinos".

Su hija Sarah, escritora y actriz, que tiene unos impresionantes ojos color esmeralda heredados de su padre y el color café con leche de su madre argelina, asiste al relato muy atenta y de vez en cuando matiza un nombre, un detalle. Conoce bien la historia, porque la reconstruyó en 2009 en un libro, titulado Adolfo Kaminsky, una vida de falsificador, que ahora publica en español la editorial Clave Intelectual.

"Los niños que lograban escapar con vida eran enviados a Grecia, a Portugal o al sur de Francia", cuenta Sarah, "por ejemplo, a Chambon sur Lignon, un pueblo protestante, donde todas las familias acogieron a varios menores".

Quizá por la culpabilidad de la supervivencia, "que nunca se quita", quizá por su modestia natural y genuina, Kaminsky tardó décadas en contar su historia a sus propios hijos. "Supimos muy tarde la historia de los papeles falsos", explica Sarah. "Siempre le preguntábamos, y él decía: 'No os preocupéis, estoy escribiendo un libro'. Pero no lo hizo en 20 años. Cuando yo tuve a mi hijo pensé que era hora de que empezara a responder a las preguntas, porque un día yo iba a tener que respondérselas a su nieto. Vine a verle y nos pusimos de acuerdo en que yo escribiría el libro y él contestaría a todo. No fue fácil, porque muchos testigos y compañeros de lucha habían muerto ya. Fui a Portugal, a Grecia, localicé a otros en Francia y hablé incluso con su vieja novia en Estados Unidos, a la que dejó cuando se iban a casar. Ella todavía no entendía por qué mi padre no fue a Nueva York a reunirse con ella, y yo le expliqué que en aquel momento se encontró con la red que apoyaba al FLN argelino y no pudo irse. Ella se llamaba Sarah, así que, si se hubieran casado, se habría llamado como yo, Sarah Kaminsky".

El falsificador sonríe desde la atalaya de su barba blanca. Se parece a los retratos de Karl Marx, aunque afirma que él solo tuvo una ideología, la libertad. Por eso se alistó en el Ejército francés, aunque no era francés, y fue herido en el frente. Y por eso, cuando París fue liberada, se puso a hacer papeles falsos para los paracaidistas que enviaban a Alemania. Pero su carrera militar duró poco. "Empezaron a volver a París los deportados de los campos y, como es lógico, querían recuperar sus casas. Pero empezó a haber manifestaciones antisemitas, y el Ejército no quiso intervenir. Un día discutí con mi coronel, y ahí terminó todo. Como era argentino, no podían acusarme de deserción".

Sus superiores le pidieron un último favor, una cartografía de Indochina. Había empezado la guerra colonial: Kaminsky se negó a hacer el trabajo. Un poco después entró en contacto con algunos exiliados españoles y empezó a luchar contra la dictadura de Franco. "Estuve con tres de tres bandos distintos. Un comunista, un anarquista y un trotskista. Tenía gracia porque nunca podían coincidir en casa, siempre les citaba a horas separadas porque todavía estaban enfrentados entre ellos... Por esa razón no quise darles papeles, pero les ayudé a aprender cómo se hacían. Eran tipos muy valientes, y encantadores, nos hicimos muy amigos".

En 1946, muchos judíos empezaron a emigrar hacia la Palestina bajo mandato británico, y Kaminsky preparó los documentos "del capitán de un crucero que quería saltarse los controles fingiendo que iba a Brasil". En 1948, con la creación del Estado de Israel, se apagó del todo su entusiasmo sionista. "Me deprimió muchísimo que dieran un carácter religioso al Estado. Siempre fui laico y pensé y pienso que la religión es un asunto meramente personal. Yo no la tengo porque no quiero ser incluido en una determinada caja. Dividir a la población entre judíos y no judíos supone, para mí, pensar con categorías insoportables. No hay racismos buenos y malos".

Siempre del lado de los pueblos oprimidos, Kaminsky jamás cobró por sus servicios. Se hizo profesor de artes gráficas y fue encontrando nuevas batallas a las que prestar sus conocimientos. A finales de los años cincuenta contactó con la red Jeanson y Curiel, que apoyaba al Frente de Liberación Nacional Argelino en Francia. Y se puso de su parte contra el país por el que había luchado unos años antes. "La guerra colonial era brutal, terrible".

Desde 1963 estuvo trabajando contra las dictaduras latinoamericanas: Brasil, Argentina, Venezuela, El Salvador, Nicaragua, Colombia, Perú, Uruguay, Chile, México, Santo Domingo, Haití. Por la descolonización africana: Guinea-Bissau, Angola, Sudáfrica... Y contra los golpes de Estado de Salazar, de los coroneles griegos y de Franco. Incluso para los desertores estadounidenses que se negaban a ir a la guerra de Vietnam...

En 1968 hizo un documento falso para Daniel Cohn Bendit, Dani el Rojo (hoy el Verde), para permitirle tomar la palabra en un mitin de la revuelta estudiantil francesa. Kaminsky dice en el libro que esos fueron los "papeles más mediáticos y los menos útiles" que ha hecho en su vida. Pero que fue una buena ocasión de "hacerles una jugarreta a las autoridades".

En 1971 hizo la última falsificación. Su compromiso idealista y el empuje libertario chocaron con el terrorismo y la violencia arbitraria. "Empecé a sentirme en peligro, ya no distinguía la frontera entre la lucha por la libertad y el asesinato. Ya no estaba seguro de que los papeles fueran a servir para una causa buena", explica.

"Los códigos de honor del pasado habían desaparecido", interviene Sarah, su hija. "El mundo había cambiado radicalmente y decidió parar. Se vio atrapado en algo que no funcionaba bien. Alguien le propuso hacer unos falsos para la gente de Mandela, y de repente apareció Pablo, aquel peligro público de la 4ª Internacional. Le preguntó cuánto costaban los papeles y él se dio cuenta de que aquello ya no tenía sentido". "¡Yo jamás había cobrado!", exclama, todavía ofendido.

Kaminsky cambió Francia por Argelia. Montó un gran taller de impresión para el Ministerio de Industria, conoció a su mujer, tuvo tres hijos y se quedó 10 años. Volvió a Francia como turista y se puso a trabajar de fotógrafo. "Para mi familia fui fotógrafo toda la vida", cuenta con su sonrisa espléndida. "Al volver pedí los papeles de excombatiente, pero me los negaron. Fue un problema largo. Cada tres meses tenía que salir del país. Después me hice educador de calle en las banlieue (suburbios), pero los que me contrataron un día me pidieron que les hiciera unas facturas falsas y me negué. Siempre he sido muy legalista; en el fondo, nunca he sido un fanático de la falsificación. Solo lo usé para ayudar a la gente a sobrevivir".

-Y usted que vivió todas las revoluciones, tantas batallas, ¿cómo las ve ahora? ¿Cree que fueron en balde?

-Ahora estoy inquieto por las nuevas generaciones, no les hemos dado un mundo bonito. Hoy manda solo el dinero en detrimento del honor. Pero no me arrepiento de nada. Tuve la suerte de poder combatir causas justas.

-Y salvó la vida a mucha gente. ¿Ha conocido a muchos?

-Seguramente hay gente que piensa que me debe la vida, pero yo nunca he querido encontrarles. Era solo mi obligación, éramos una red, una organización, no había nada personal en esa actividad. Seguro que muchos no pensaban como yo, no compartían mis ideas, aunque a veces eso sirvió para ayudar a otros. Durante la guerra de Argelia, le pedí a un judío francés que ayudara a escapar a un argelino y no se pudo negar. Pero yo simplemente era uno más, el que estaba en el laboratorio, y tampoco he querido buscar a los camaradas que se ocupaban de llevarse a los niños a otros países. Después me dediqué a hacer fotos para ganarme la vida, fotos de arte, de pintura, un trabajo muy técnico. Y eso es todo. -

El Centro Niemeyer suspende temporalmente su actividad cultural


Las desavenencias entre la fundación del centro cultural y el gobierno asturiano de Francisco Álvarez-Cascos por la cesión de los edificios y la representación pública en el órgano gestor obligan a la cancelación de la programación prevista

Seis meses después de que las sinuosas formas del Centro Niemeyer cambiaran el paisaje industrial de Avilés con su revulsivo cultural, se suspenden las actividades que la fundación que gestiona el centro había programado. "El espectáculo de María Pagés, el 8 de octubre, será el último", explica José Luis Rebollo, secretario general del patronato de la Fundación Niemeyer.

El 15 de diciembre se cumple el plazo de cesión de los edificios del Principado de Asturias a la fundación, previsto en las escrituras de 2006. En 2010, las instituciones establecieron esta fecha a la espera de terminar la tramitación. Según explica el secretario, la propuesta de cesión del Gobierno de la comunidad -en aquel momento dirigido por el PSOE- era por 50 años, aunque "a nosotros nos valía con cinco, el tiempo para sacar adelante un centro cultural como este". "En junio el actual Ejecutivo no continuó con la tramitación porque decían que estaban en funciones", apostilla Rebollo.

La suspensión de la programación cultural prevista ocasionará al centro unas pérdidas de 600.000 euros entre cancelaciones e indemnizaciones, como indica Rebollo. Aun así, las instalaciones se podrán seguir visitando.

Al margen de la cesión de los edificios existe una segunda controversia, la reforma de los estatutos del patronato de la Fundación Niemeyer que se aprobaron entre febrero y junio. Los cambios reducen la representación del Ejecutivo regional de cuatro a tres patronos, aunque mantiene su mayoría, y la presidencia pasa a Manolo Díaz, artista y empresario cultural. Hasta la reforma, el Consejero de Cultura del Principado ostentaba este cargo. "Creíamos que la proporción no era razonable una vez que nuevos representantes habían pasado a formar parte del patronato", dice Rebollo. En un primer momento, esta institución estaba formada por el Principado con cuatro representantes y el ayuntamiento y el puerto de Avilés, con dos patronos respectivamente. Posteriormente, se han unido el Ministerio de Cultura, la Caja de Ahorros de Asturias y Enrique Iglesias, secretario general iberoamericano. "Cada miembro suma un patrono por cada 500.000 euros que aporten", explica Rebollo. "Queremos tener más apoyos privados para llevar a cabo campañas de fundraising [captación de fondos]".

"No puede haber programación en ninguna institución que no responda al control de la gestión y la transparencia, y eso en estos momentos no se da en la Fundación Niemeyer y lo saben los responsables", decía Francisco Álvarez-Cascos en una entrevista en la televisión asturiana el pasado jueves. El Gobierno de Foro Asturias, partido de Cascos, aún no formaba parte del patronato cuando se aprobó la reforma ya que se encontraba en funciones. El presidente asturiano dice estar "abierto" a dialogar por el futuro de "una institución en la que mucho más del 50% del presupuesto sale de recursos públicos".

El consejero de Cultura de Asturias, Emilio Marcos Vallaure, criticó esta semana durante una comparecencia en la Junta General del Principado que la programación del complejo es "cultura del espectáculo" en referencia directa a las exposiciones de artes plásticas del Niemeyer. "El Gobierno tiene una concepción clara y rotunda sobre el Niemeyer: o es privado o público. Y si es público, el Principado tiene que tener la participación en el patronato acorde a nuestra participación económica. Si es privado, tendremos una participación menor. Así de sencillo", dijo el consejero en declaraciones recogidas por el diario La Nueva España. "Si la aportación del Gobierno es del 80%, nuestra participación en el patronato tiene que ser en la misma proporción". Una cifra que Rebollo se ha apresurado a desmentir: "la aportación es de un 32 o 33%". Según ha indicado, en 2011 el Principado aportó 1.150.000 euros, "de los que 250.000 nos los hemos gastado en cosas que faltaban en el centro, así que en realidad se trata de 900.000 euros".

Rebollo ha confirmado que la Fundación tomará acciones legales contra el gobierno regional por no haber admitido el consejero de Cultura las modificaciones propuestas para el Patronato. Ya ha interpuesto un recurso administrativo de nulidad contra esa decisión y ha anunciado otro por la vía Contencioso-Administrativo sin fecha, ya que se mantiene a la espera de lo que pueda suceder esta semana.

Los antecedentes de la polémica

La polémica comenzó hace unas semanas cuando la Consejería de Cultura del Principado acusó al centro de graves irregularidades económicas. El lunes, Rebollo envió "160 folios" a la Consejería de Cultura donde "se justifican las facturas". En aquel momento, la Fundación Niemeyer mostró su "perplejidad y estupefacción" por las acusaciones. Fuentes del centro señalaron que todo obedecía a "un ataque brutal del presidente del Principado", Francisco Álvarez-Cascos, "contra el proyecto cultural más emblemático en Asturias".

La ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, ha instado esta tarde en Avilés -antes de la representación teatral de Ricardo III de Kevin Spacey- a hablar en el seno del patronato para encontrar "una solución consensuada y dialogada" que garantice la continuidad del mismo.

El jueves ya se produjeron las primeras manifestaciones ciudadanas en defensa del Centro Niemeyer. Unas 300 personas, según los datos recogidos en La Nueva España, se concentraron en Avilés con tarjetas rojas en las que se podía leer "Yo apoyo al Centro Niemeyer". La alcaldesa de Avilés, del PSOE, Pilar Varela ha instado a sus vecinos a volver a manifestarse mañana. La regidora ha mostrado su apoyo y solidaridad con el centro desde que comenzara la polémica.

sábado, 1 de octubre de 2011

Los "Mil otoños" de Mitchell


Una novela ambientada en el Japón de los siglos XVIII y XIX para reflexionar sobre el deseo de superar la muerte

Considerado por Salman Rushdie uno de los escritores más brillantes de los últimos diez años, el británico David Mitchell publica en España "Mil otoños", una novela ambientada en el Japón de los siglos XVIII y XIX en la que reflexiona sobre el poder, la corrupción y "el deseo humano de superar a la muerte".

"Nadie desea morir, pero sin la muerte tampoco hay vida real. Ella debería ser nuestra compañera amistosa, la que nos hace recordar lo importante que es la vida y cómo debemos utilizarla bien", afirma en una entrevista con Efe David Mitchell.

Publicada por Duomo, "Mil otoños", galardonada con el Premio Commonwealth y finalista del Booker, llega a las librerías españolas precedida por el éxito que ha alcanzado en Gran Bretaña y en Estados Unidos, donde ha encontrado numerosos lectores esta historia de amores prohibidos y de choque de culturas.

David Mitchell (Southport, 1969) ya había demostrado antes su gran capacidad narrativa en novelas como "Number9dream", "El atlas de las nubes" y "El bosque del cisne negro", finalistas las tres del Man Booker Prize.

Precisamente, "El atlas de las nubes" está siendo adaptada al cine por los hermanos Wachowski y cuenta como protagonistas con Tom Hanks, Halle Berry y Natalie Portman.

"Los derechos del libro los compraron hace unos cuatro años y tardaron tres en conseguir la financiación. El día en que Tom Hanks dijo que sí todo se puso en marcha. Es el hombre más poderoso de Hollywood", asegura Mitchell, quien no ha querido participar en el guión.

"La labor del guionista es muy diferente a la del novelista. Sería arrogante y muy poco sabio pensar que yo sirvo para las dos cosas", comenta este escritor simpático y expresivo, seleccionado por la revista "Granta" como uno de los mejores novelistas jóvenes británicos.

Mitchell está casado con una japonesa y vivió durante ocho años en Japón, un país, comenta, "en el que es imposible que un extranjero se sienta integrado". "Japón no quiere cuerpos intrusos, no permite la integración".

Sin embargo, no hubiera podido escribir "Mil otoños" sin haber vivido tanto tiempo en ese país. Fue allí donde en 1994 descubrió la existencia de Dejima, una isla artificial situada frente a la bahía de Nagasaki, que en los siglos XVIII y XIX acogió la sede de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales.

Esa isla, "más pequeña que Trafalgar Square", era el único lugar de contacto con Occidente que tenía Japón, explica el escritor, quien desde que vio aquel enclave sabía que "allí había una novela".

En el libro, Mitchell recrea de forma minuciosa cómo era Dejima, "una puerta entre el Japón aislado y la Holanda comercial; un lugar de choque de culturas y para ganar dinero, comerciar e intercambiar ideas, a veces de forma voluntaria y otras, involuntaria".

En Dejima también había tiempo para el amor. "Las únicas mujeres que podían entrar en la isla eran las cortesanas, pero los oficiales o los holandeses más ricos podían comprar una esposa para varios meses, y de vez en cuando nacían hijos de esos matrimonios de conveniencia", señala David Mitchell, que actualmente vive en Irlanda.

A Dejima llega Jacob Zoet, un joven holandés de familia protestante, con la misión de investigar las cuentas de la Compañía de las Indias Orientales. "Él era un hombre honrado en un nido de víboras", comenta el escritor británico, en cuya novela "está muy presente la corrupción", la de aquella época y la de siempre.

Detrás de "Mil otoños" hay un exhaustivo proceso de documentación de cuatro años, por un lado, más otro año que pasó Mitchell con su familia en Japón para preparar el libro y para que su hija pequeña "pudiera aprender japonés".

"Mil otoños" es la primera novela histórica de Mitchell, aunque ya había algo de este género en partes de "El atlas de las nubes".

"Es mi primera sinfonía textual ambientada en el pasado", dice con orgullo, y con humor, este autor, convencido de que "si escribes con integridad y con pasión, lo que hagas ya de por sí tiene valor, independientemente de cuándo suceda la novela, aunque sea en el futuro".

La novela histórica ayuda a comprender el presente, asegura, y "puede iluminar el mundo actual de maneras que la Historia directa no puede".

David Mitchell disfruta con su oficio de escritor y reconstruir de forma minuciosa "el mundo perdido" de Dejima ha sido "un placer" para él, que en su novela también habla de "la interacción entre el individuo y la Historia, y del deseo humano de alcanzar la inmortalidad".

Mil Otoños
Autor: David Mitchell
Editorial: Duomo Ediciones
Año: 2011
Precio: 23,80 euros

Último papel de Sean Penn: mediador


El actor pidió a Hugo Chávez que intercediera ante Irán por dos excursionistas estadounidenses retenidos durante 781 días y liberados la semana pasada

Detrás de esa imagen de canalla que enamora a tantas mujeres y de sus enormes cualidades interpretativas hay un hombre comprometido. Es Sean Penn. El actor mantiene lejos del ojo público una doble vida que le ha llevado a actuar de mediador en la liberación de dos rehenes estadounidenses en Irán. Nadie se podía imaginar que a principios de año, cuando todo el mundo lo perseguía por su idilio con Scarlett Johansson, que el actor se encontraba inmerso en otra aventura de gran trascendencia. El Gobierno de Barack Obama le pidió ayuda para que actuara como mediador para intentar la liberación de Josh Fattall y Shane Bauer, dos excursionistas estadounidenses acusados de espionaje y que permanecían detenidos en Teherán desde 2009.

Alguien en Washington tuvo en cuenta las especiales relaciones de Penn con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, aliado de Ahmadineyad, presidente de Irán. El viceministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Temir Porras, confirmó que Chávez planteó el caso a Ahmadineyad, tras ser informado por amigos de los estadounidenses pertenecientes a "círculos intelectuales". El intelectual estadounidense que le planteó el caso fue Sean Penn, dijo una persona cercana al Gobierno, información que fue confirmada por el representante del artista.

El actor, que realizó un documental sobre Hugo Chávez, tenía acceso fácil al presidente venezolano y por eso viajó hasta Caracas a principios de este año. Desde entonces ha permanecido en el entorno de las negociaciones.

Shane Bauer y Josh Fattall regresaron a EE UU tras pagar 500.000 dólares cada uno. Ya en Nueva York ofrecieron su primera rueda de prensa para hablar de sus 781 días de cautiverio. Mientras ellos explicaban su odisea, Sean Penn se dejaba ver en público por primera vez con su última novia. Ya no es Scarlett Johansson sino Shannon Costello que trabajó como directora de comunicación de J/P Haitian Relief Organization, la fundación creada por Penn que ayuda a la reconstrucción de Haití. Fue allí donde ambos se conocieron, en otra de las misiones solidarias de este actor.

Cómo molestar a Facebook

Una campaña en Reddit anima a los internautas a ejercer el derecho de acceso a los datos personales

Realbigfatty soltó la bomba. Y se lió la marimorena en Facebook. Pero no en la red social sino en sus oficinas británicas, que se han visto inundadas por peticiones de los datos personales que almacena de sus usuarios, según el diario británico The Guardian, que lo recoge de Zdnet.

Realbigfatty publicó unas sencillas intrucciones en la red social Reddit, un agregador de noticias al estilo Menéame. Su objetivo era molestar a Facebook, que el pasado jueves introdujo cambios en la red social y volvió a irritar a sus usuarios.

Realbifatty animaba a los internautas a que ejercieran el derecho de acceso en Facebook, que recoge la directiva de protección de datos. La campaña, explica Zdnet, se inspira en Europa contra Facebook. El sitio pretende aportar "transparencia" a la red social porque "es casi imposible para el usuario saber exactamente qué pasa con sus datos personales cuando usa Facebook".

Según la ley europea cada ciudadano puede solicitar a cualquier empresa, de la que sabe o sospecha que tiene sus datos personales, que se los envie a su domicilio. "Debe explicar qué datos tiene, por qué lo tienes y cómo los ha obtenido", explica Samuel Parra, abogado de ePrivacidad.

Cada país comunitario regula el derecho de acceso con sus propias particularidades. En Reino Unido, cuenta The Guardian, Facebook tiene que enviar una copia impresa de sus datos personales en un máximo de 40 días. La ley española de protección de datos exige que el solicitante envie también un documento a la compañía para acreditar su identidad, sea DNI, pasaporte o carnet de conducir. La empresa, en este caso Facebook, tiene un mes para responder y no hace falta que sea mediante un CD, como al parecer exige la legislación británica, sino que puede responder mediante correo electrónico. En España, además, solo se puede ejercer una vez al año por persona este derecho de acceso a la misma empresa.

La campaña Cómo molestar a Facebook ha tenido su efecto. No solo porque las oficinas de la red social se han visto inundadas por peticiones. Los empleados que llevan estos asuntos se han visto obligados a enviar emails como este asegurando que habrá "significativos" retrasos en el envío de los datos.

Europa contra Facebook ha explicado a The Guardian que recibieron un archivo con 780 folios de información personal, 34 MB, cuando realizó la petición a la red social.