martes, 13 de marzo de 2012

La factura de la luz en España está en el umbral más elevado de Europa


La CNE alerta del riesgo de los altos precios eléctricos para la economía

En el ranking europeo de precios eléctricos antes de impuestos para domésticos, España es el tercer país más caro, según datos de Eurostat que recoge la CNE en su informe sobre el déficit tarifario. La situación para los consumidores industriales no es más halagüeña, lo que perjudica a la competitividad de las empresas españolas, según el regulador energético.


El informe de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) sobre las medidas de ajuste regulatorio para resolver el déficit de la tarifa eléctrica incluye un estudio comparativo entre los precios finales de la electricidad antes de impuestos en España y el resto de países europeos, que demuestra la situación desventajosa de los consumidores españoles, tanto domésticos como industriales, respecto a sus homólogos europeos (ver gráfico).
Utilizando estadísticas de Eurostat, la CNE concluye que los precios medios pagados en 2011 por los clientes domésticos españoles (en céntimos/kWh) eran los terceros más caros de entre una treintena de países europeos, solo por detrás de dos islas, Malta y Chipre. Además, el estudio muestra cómo ha crecido la brecha entre el precio de la electricidad en España y el resto de Europa en los últimos cinco años, hasta el punto de que en 2007 se situaba en el puesto número 14 del ranking, en mejor posición que Alemania o Reino Unido. Fue entre 2009 y 2010 cuando se produjo la gran escalada, de la mano de las primas a las renovables.
El regulador energético precisa que algunos países, como Alemania, Dinamarca, Italia y Portugal excluyen de los precios finales la financiación de las energías renovables y la cogeneración y que los datos se refieren al primer semestre de 2011. Es precisamente, el coste de las primas que reciben estas energías las que han provocado el incremento de los precios en los últimos años. Aun con todo, según la Comisión, "el impacto de la factura eléctrica sobre el gasto medio anual medio de las familias en España supone el 2% y el de la factura del gas natural, el 0,74%".
Tampoco corren mejor suerte las pequeñas y medianas empresas de bajo consumo y la gran industria, que en 2011, según Eurostat, pagaron los precios medios más caros de los mencionados países, solo superados por los de Italia, República Checa, Eslovaquia, Chipre y Malta.
La situación es aún más grave en España si se tiene en cuenta el déficit estructural de la tarifa, un precio que los consumidores pagan de forma aplazada con un interés de hasta el 6%. De incluirse, según la CNE, España se colocaría sin ninguna duda como el país más caro de la Unión Europea. Para el regulador este diferencial de precios, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas, tiene un "impacto directo en su competitividad".
Los peajes se disparan
En cuanto a los precios mayoristas de la energía, estos han sido "generalmente coherentes" con los de los combustibles en los mercados internacionales, indica la CNE. Los de la electricidad se han situado incluso en la banda media-baja de los mercados mayoristas europeos. Y es que no ha sido el coste de la energía, sino el de los peajes de acceso (parte regulada de la factura eléctrica), el responsable del encarecimiento de la factura eléctrica española, cuya insuficiencia ha provocado el déficit tarifario. A través de los peajes, que han crecido un 70,7% entre 2003 y 2012, se financian, entre otros, las primas de las renovables, el propio déficit de los años pasados y las infraestructuras de distribución y transporte.
El informe del regulador subraya que mientras los ingresos medios de los peajes (que pagan la totalidad de los consumidores) aumentaron un 70% entre 2006 y 2010, los costes lo han hecho en un 140%. Las partidas que más han crecido son las primas del régimen especial (un 40,3%); los costes de las redes (39,8%) y las anualidades para financiar el citado déficit (otro 10%). Tanto esta partida como la de las citadas primas se han multiplicado por cinco.

Los países con más renovables son los más caros

El hecho de que la Comisión Nacional de la Energía (CNE) haya subrayado en su informe la brecha creciente entre los precios eléctricos en España y el resto de países europeos, supone una advertencia sobre el peligro de que las medidas de ajuste para eliminar el déficit de tarifa anunciado por el Gobierno recaigan exclusivamente sobre los consumidores (ello implicaría una subida de los peajes superior al 30%, según la Comisión). Además, el informe no se refiere únicamente a los consumidores domésticos, que tienen también una tarifa (TUR) para la energía en sí, sino a las empresas que, aunque compran la electricidad en el mercado libre, pagan igualmente los peajes de acceso, lo que incide negativamente en su competitividad.

En su comparativa de precios con Europa, la Comisión de la Energía señala que las primas de las renovables son financiadas directamente por los consumidores eléctricos en todos los países europeos (mediante incentivos; certificados verdes o mecanismos de subastas de capacidad), excepto en los casos de Finlandia, Noruega, Holanda y Luxemburgo que aplican tasas o impuestos al resto de las energías para primar las renovables.

Precisamente, entre los países con precios más elevados se encuentran los que más incentivan la producción del régimen especial. Según Eurostat, en 2009, último año con datos comparables, España era el país cuya demanda se cubría en mayor medida con renovables (un 28,6%), seguido de Portugal (27,4%); Dinamarca (26%) y Alemania (14,1%). Asimismo, España fue el país con el sobrecoste más elevado (6.035 millones de euros), seguido de Alemania (5.618 millones) e Italia (2.638 millones).

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