lunes, 9 de enero de 2012

El Vaticano censura un libro sobre la "diversidad familiar"


El cardenal William Levada, máximo responsable del Santo Oficio

Una editorial católica argentina, obligada a retirar el libro por causar "confusión" entre los fieles
"La sexualidad es un deseo válido", defiende su autor, un pastor metodista





El antiguo Tribunal del Santo Oficio manda silenciar una obra sobre sexualidad y sobre la diversidad de las familias. El prefecto de la actual Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal norteamericano William Levada, envió el pasado 5 de noviembre una carta a la editorial católica argentina San Pablo en la que le advertía de que uno de sus libros, escrito por un pastor evangélico, contenía “opiniones contrarias a la doctrina de la Iglesia acerca de la sexualidad” y pedía “remediar cuanto antes tal situación, que es causa de confusión entre los fieles”. Fue así que a partir del 22 de noviembre la editorial retiró todos los ejemplares de los comercios, eliminó el libro de sus catálogos y prohibió que se lo publicite en sus publicaciones.

El libro se llama Parejas y sexualidad en la comunidad de Corinto y es obra del pastor metodista argentino Pablo Manuel Ferrer, de 40 años. Había sido publicado por San Pablo en 2010 a partir de la iniciativa de esta editorial de iniciar una colección ecuménica de exégesis y reflexión en torno a temas bíblicos. Fue así que se invitó a participar a teólogos de otras iglesias cristianas.

“Cuando me convocaron a publicar un libro, me extrañó, pero me pareció muy interesante el planteamiento ecuménico”, destaca Ferrer en diálogo con EL PAÍS. El pastor tenía en mente escribir un libro sobre parejas y sexualidad “porque Jesús abrió nuevas posibilidades”. Tenía reparos de que la editorial le cambiara algún contenido: “Yo pensaba que si me tocaban una coma, no lo publicaría, pero publicaron todo tal cual… un aplauso por la editorial. Me pareció interesante que un espacio católico abriera el juego. La lectura bíblica tiene una diversidad de interpretaciones. La tuvo al momento de escribirse. La Biblia no es homogénea”.

El libro se publicitó en una hoja que se reparte todos los domingos en todas las iglesias católicas de Argentina y a partir de allí alguien elevó la denuncia al Vaticano. Ferrer no sabe qué contenido de su libro disgustó al cardenal Levada, pero lo imagina. La obra no se refiere a la homosexualidad, al aborto o a los anticonceptivos sino a la diversidad en las familias y a la aceptación del deseo sexual. “Mi obra trabaja sobre la carta que el apóstol Pablo le responde a la comunidad de Corinto. Desde allí le dicen: ‘Bueno es para el varón no tocar mujer’. Eso implica decir que el deseo es peligroso. Pablo responde que el deseo está. Mi libro habla de la sexualidad como un deseo válido”, explica el pastor, que da clases en el Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos de Buenos Aires.

“En aquel tiempo el Imperio Romano quería imponer normativas de familia. Pablo dice que no se puede, que debe haber diversidad. Había familias diversas en la comunidad. Mi libro puede haber provocado ruido porque digo que la familia integrada por papá, mamá e hijo es una de las posibles construcciones familiares”, se explaya Ferrer. “Pablo tiene en cuenta los mandatos, pero también la realidad de las personas y entonces reconstruye los mandatos. Por ejemplo, él se encuentra con que las parejas no se podían separar. Él entonces dice: ‘No se pueden separar, pero si se separan no pueden volverse a casar’. Revisa el mandato de acuerdo con lo que ve en la comunidad y no sostiene situaciones normativas. Esto es lo que ha provocado el revuelo por mi libro”, expone Ferrer. En el libro quedaba bien claro que él no era católico.

Cuando su libro fue retirado de las librerías, el pastor se sorprendió: “No me esperaba que sucediera esto, pero evidentemente está muy severa la Iglesia católica oficial. Pero la Iglesia católica es muy grande y he recibido apoyo de curas, religiosos y laicos. A mí el cardenal no me puede hacer nada, pero si fuese un sacerdote, debería estar dando explicaciones”. El centro católico Nueva Tierra denunció la “censura” del libro por correo electrónico y por Facebook y algunos de sus contactos en esa red social reaccionaron diciendo que estaba mal usado el término censura porque el autor podía editar la obra con otro sello y porque la Iglesia tenía derecho a controlar sus publicaciones. Ferrer no sabe aún si intentará publicar el libro en otro sitio. Por lo pronto, él ya había cedido los derechos de autor al sello San Pablo. “La editorial también salió damnificada: perdió un montón de dinero con tantos libros que no podrá vender”, comenta el pastor. “Si lo publico en otro lado, agregaría otros capítulos sobre homosexualidad”, comenta quien en 2010 dio un fuerte apoyo a la ley del matrimonio entre personas del mismo sexo.

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