miércoles, 28 de septiembre de 2011

El fiscal del juicio contra el médico de Michael Jackson muestra una foto del cantante muerto para apoyar su tesis


La defensa de Conrad Murray, facultativo del artista, asegura que el cantante estaba desesperado.- La acusación considera que la estrella murió por haber confiado en el médico
Como muestra de la negligencia del doctor Conrad Murray, la fiscalía presentó este martes en el inicio del juicio por la muerte de Michael Jackson lo que consideró pruebas concluyentes de la culpabilidad del médico. Junto a una foto tomada el 24 de junio de 2009 en la que se veía al Rey del Pop ensayando uno de los números de baile de su espectáculo, vital y entregado, la acusación mostró al jurado compuesto por siete hombres y cinco mujeres una instantánea inédita del día siguiente en la que se veía a Michael Jackson, ya cadáver, yaciente sobre una camilla.

"Entre un día y otro [el 24 y el 25] obraron las acciones" de Murray, aseguró el fiscal, reforzando con potentes imágenes la acusación que puede llevar a Murray a la cárcel por cuatro años por homicidio involuntario. El fiscal reprodujo también en la vista una grabación de mayo de 2009, de una voz debilitada, atribuida a Michael Jackson, en la que se oye: "Tenemos que ser excelentes. Cuando la gente se marche de este espectáculo, quiero que digan que nunca han visto algo así. Id a verlo, id a verlo. Nunca he visto nada semejante".

Frente a las acusaciones de negligencia y violación de todos los principios de la profesión médica, la defensa argumentará que la estrella fue víctima de sus propias angustias y miedos y el único responsable de su muerte. Jackson aprovechó que Murray abandonó su habitación en la mañana del 25 de junio para ingerir él mismo una dosis del anestésico conocido como propofol con el fin último de lograr dormir. "Hizo algo sin el conocimiento de su doctor, sin el permiso del doctor, contra sus órdenes, realizó una acción que causó su propia muerte", dijo Ed Chernoff en su alegato de apertura en el Tribunal Superior de Los Ángeles, en la misma sala diminuta donde se llevó a cabo el proceso de O.J. Simpson en la década de los noventa.

Según el fiscal, David Walgren, desde primeras horas de la madrugada del día 25, el doctor Murray comenzó a inyectar sedantes en el cuerpo de Jackson. Pero no le hacían efecto, como dijo el fiscal, "Jackson tenía una total incapacidad para lograr dormir". Pasadas las siete y media de la mañana, Jackson suplicó que se le inyectara su "leche", como el artista denominaba a la anestesia que acabaría con su vida, una prueba más para la fiscalía de lo común que eran esos pinchazos en el cantante por parte del doctor.

Eran los días anteriores a su muerte -que causó una conmoción mundial entre sus fans-. La estrella vivía bajo gran presión porque preparaba su vuelta a los escenarios tras una época en la que había estado alejado de ellos, en gran medida tras quedar su imagen devastada por el juicio por pederastia que vivió en 2005, proceso del que fue absuelto. Su debut en Londres con el concierto This Is It concentraba todas sus energías y los abogados de la defensa argumentaron que la tensión ante los 50 conciertos pactados en el contrato le llevaron a inyectarse la droga para poder descansar. "Creemos que estaba desesperado en el momento en que hizo lo que hizo", dijo antes de iniciarse la vista preliminar Ed Chernoff, abogado tejano de Murray, un total desconocido en casos de gran calado y los vericuetos de Hollywood pero el único que la menguada economía del doctor se ha podido permitir.

El fiscal no cejó en su acoso y derribo al médico de origen caribeño al declarar que el hecho de que el artista no esté hoy en este mundo se debe a que puso su vida y su confianza en manos del hombre equivocado. "No existía una relación doctor-paciente", explicó Walgren. Más bien se trataba de un intercambio interesado, en el que Murray actuaba como un mercenario a cambio de dinero por sus servicios. "Era una relación de empleado y empleador", dijo el fiscal, que informó de los 150.000 dólares al mes que cobraba el doctor por nominalmente ocuparse de la salud del astro. "Era un empleado y como tal actuó, no utilizó los criterios médicos adecuados".

Murray, en libertad bajo fianza de 75.000 dólares, seguía la argumentación de la fiscalía con gesto grave, en algún momento mostró cierta irritación y se giró para hablar con su abogado. Está previsto que el juicio dure algo más de un mes. En el primer día de sesión ya hicieron acto de presencia en la sala, en calidad de testigos, los padres del artista y algunos de sus hermanos. Sólo existe la duda de si finalmente testificará Paris Jackson, la hija de 13 años del cantante y la única de sus tres vástagos que se encontraba en la casa en el momento de la tragedia.

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